Estas competencias que se proponen se relacionan con los documentos de redes o entidades nacionales e internaciones:
La UNESCO, en la Declaración de Grunwald (1982) declaraba, hace ya más de 25 años, que «el sistema político y el sistema educativo han de reconocer su obligación de promover entre sus ciudadanos una comprensión crítica del fenómeno de la comunicación». En el documento se exigía «un reajuste de las prioridades educativas, que favorezca la creación de una conciencia más crítica entre los espectadores». Aun hoy, con una absorbente omnipresencia de los medios y las tecnologías en nuestras vidas, este «reajuste de las prioridades educativas» es más necesario y debería ser, como incide la Unión Europea (UE) en sus últimas Directivas (Recomendaciones de la Comisión de 20-08-2009) sobre «alfabetización mediática en el entorno digital», el objetivo de todas las reformas educativas. Si en un momento dado se reconoce la necesidad de modificar el sistema educativo es porque se es consciente de que ha habido unos profundos cambios sociales que lo exigen, y estos comportan un cambio de prioridades, al que debería corresponder, pues, un cambio de prioridades educativas.
La globalización en este campo está teniendo una especial incidencia. Organismos internacionales tales como la Comisión Europea, el Consejo de Europa y la ONU (Alianza para las Civilizaciones) apoyan la necesidad urgente de un desarrollo mundial, coherente y sostenible en educación mediática. Todas estas iniciativas apuntan hacia un marco internacional de «sociedades del conocimiento». La Declaración de Grunwald (1982), la Proclamación de Alejandría acerca de la Alfabetización Informacional y el Aprendizaje de por Vida (2005), así como la Agenda de París para la Educación en Medios (2007) constituyen opciones que definen el futuro y requieren estrategias e investigaciones que se puedan compartir, probar y adoptar para un verdadero cambio social.
Las Recomendaciones del Parlamento Europeo en 2007, la Recomendación C (2009) 6464 de la Comisión Europea en cuanto a que todos los Estados miembros deben proporcionar una evaluación nacional sobre el nivel de la educación en medios de sus ciudadanos, la Conferencia de Oriente Medio sobre la Educación en Medios en Arabia Saudita (2007), el Foro Internacional de Investigación sobre Medios (Londres; Hong Kong, 2008) o la Conferencia sobre Medios en África, celebrada en Nigeria (2008) son otros eventos internacionales que ratifican esta necesidad investigadora por parte de la comunidad científica.
Los documentos de redes o entidades nacionales e internacionales recomiendan que la competencia en comunicación», los conocimientos, habilidades y capacidades, en unión de los valores y actitudes, sirven para alcanzar objetivos de competencias audiovisuales y han de ser aprendidas y aplicadas con herramientas digitales. En este sentido, la persona que desarrolle esas competencias tendrá capacidad para desenvolverse en distintas dimensiones, entre las que destacan la comunicativa y la tecnológica. El creciente consenso mundial sobre la educación en medios implica un cambio de escala, de modo que las prácticas aisladas en clase pasen a ser generalizadas en el desarrollo curricular nacional. En pocas palabras, este razonamiento se puede resumir alrededor de seis «C» de competencias clave de la educación en medios: comprensión, capacidad crítica, creatividad, consumo, ciudadanía y comunicación intercultural.
A la luz del Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, se garantizarán como mínimo las siguientes competencias generales: